jueves, 24 de abril de 2014

EL RENACIMIENTO (s.XV- s.XVI)

LA HISTORIA,LA ÉPOCA Y LA MÚSICA

El Renacimiento empieza desde el año 1453 con la Conquista de Bizancio pot los turcos. En 1492 Colón descubrió America y fue la Conquista de Granada hasta  1517 con la Reforma protestante luterana. El Concilio de Trenta en 1545-1563 hasta ya los últimos años con la primera vuelta al mundo.

La política: Los reyes tienen un poder casi absoluta: las monxXDquías autorirarias.
Los países europeos descubren y conquistan tierras por todo el mundo: América.
El mayor imperio es español, Ruptura de la Iglesia y creación de nuevas iglesias en Alemania, Inglaterra y Suiza.

La sociedad: Se desarrollan enormemente las ciudades y el comercio. El sistema económico es el mercantilismo: acumular oro y plata. Aparecen los bancos y las industrias. Los campesinos son un poco más independientes porque pueden arrendar tierras a cambio de parte de la cosecha o dinero, lo que les permite emigrar a las nuevas colonias. Crece la población.
ultura:

La cultura: Surgen grandes pensadores y filósofos como Erasmo de Rotterdam, Galileo Galilei, Copérnico o Maquiavelo. Aparece la imprenta, las ideas y conocimientos se divulgan con mayor rapidez.
 
El arte: La burguesía tiene mucho dinero y poder, lo utiliza para mantener y estimular el arte y la ciencia, por lo que la cultura ya no depende exclusivamente de la Iglesia. Se imita el mundo griego y romano, poniendo al ser humano como centro y medida de las cosas. El centro cultural está en Italia y en los Países Bajos.

La música: Un mismo estilo para la música religiosa y profana.
  • Aparición de instrumentos de cuerda y polifónicos.
  • Formas instrumentales: varición, tocata. 
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MÚSICA VOCAL RELIGIOSA 
Durante el Renacimiento de la Iglesia sufre muchas internas que rompen con la unidad del catolicismo. Las nuevas religiones protestantes buscarán formas nuevas para su liturgia.

La Iglesia católica continuará su rica tradición musical llevando la polifonía a su máximo esplendor, hasta tal punto que este período se conoce como “Siglo de Oro de la polifonía”.

La condición sine qua non de toda música litúrgica reside en la percepción y en la comprensión del texto, que vienen determinadas por la fusión de la prosodia verbal y musical, por la acentuación justa, por la declamación precisa.

a) Alemania: la reforma protestante

Martín Lutero rompe con Roma en el año 1519 estableciendo el protestantismo. Su elevada formación musical (era compositor y flautista) le permitió crear el coral, principal forma musical de su iglesia. Da una extraordinaria importancia al canto y la participación activa de los fieles en el culto.
Johann Walter, el músico preferido de Lutero, publicó dos colecciones de melodías a una sola voz y la obra polifónica Geystliche gesangk Bucheleyn a la que en 1544 sigue Neue deutsche geistliche Gesange, que fijó finalmente el repertorio.
La imprenta había favorecido la difusión de las nuevas ideas y contribuyó a partir de la década de 1520 a la difusión de recopilaciones de corales alemanes y de salterios hugonotes.
Dada la gran importancia de la percepción y comprensión del texto, los poetas y músicos de la Reforma protestante eran partidarios de preservar la estrecha unión de la poesía y de la música y de favorecer la inteligibilidad de las palabras.
Por lo que se refiere a la lengua, según palabras del Reformador Martin Bucer “No admitimos ninguna oración ni ningún canto que no sea tomado de las Escrituras, y, pues oraciones y cantos deben contribuir a hacer mejores a las gentes, sólo permitiremos la lengua alemana, para que el laico pueda decir “Amén” sabiendo lo que dice”.
Martín Lutero, por su parte, no es partidario por razones pedagógicas de abandonar completamente el uso del latín, ya que esta lengua ocupa un lugar importante en el cursus de los estudios humanistas. Elabora para su reforma  tanto la Formula Missae et Communionis (1523) como la Deutsche Messe und Ordnug des Gottesdienstes (misa cantada en aleman y ordenación del culto,1526) y conservará en la misa la liturgia latina.
Se entonaban en un primer momento cánticos bilingües (alemán y latín). Los poetas del círculo de Martín Lutero, y sobre todo los de las generaciones siguientes, crearon numerosos textos de corales o adaptaron al alemán responsos litúrgicos latinos anteriores.
Admitido el uso de la lengua vulgar, los reformadores piden a los poetas que les proporcionen textos fáciles de memorizar, con un vocabulario sencillo, al alcance de todos.
En el momento en que se implanta la Reforma se hace necesario encontrar una fórmula que no confunda a los fieles, habituados al canto gregoriano, a la lengua latina, a la monodia, a la modalidad y al canto melismático.
La activa participación de los fieles hace que las necesidades cambien. La solución inmediata consistirá en recurrir a textos conocidos, adaptarlos a la lengua vernácula y recuperar las melodías existentes, a la vez que se comienza a componer textos y melodías nuevos. La prioridad la tiene la palabra, no la música. Para Lutero, ésta es un don de Dios,”la sierva de la teología”, pero el poder formativo y edificante se atribuye sobre todo a las palabras.
Hay que buscar melodías funcionales acordes con los ideales de la Reforma pero que, simultáneamente, no desorienten a los fieles. El canto debe ser ante todo popular, intensamente vivido por los fieles; debe ser inteligible y apropiado para una asamblea eventualmente dirigida por un chantre, a falta de órgano. Por ello, los compositores entre 1550 y 1600, permiten que el coral luterano se desprenda de las formas católicas. Se crean nuevas melodías, se generaliza el estilo nota contra nota y reemplaza al contrapunto florido.
De esta manera, poco a poco el estilo del coral ha quedado formulado y codificado:
•    el tratamiento silábico del texto es idóneo para el canto de la asamblea
•    en cuanto a la melodía (que en las adaptaciones polifónicas estaba confiada al tenor, donde es menos perceptible) pasa definitivamente a la parte superior, lo que contribuye a una mejor inteligibilidad del texto. Este gran paso será obra de Lukas Osiander, con su recopliación de cincuenta corales publicada en 1586
•    presenta textura homofónica, armonización nota; sin instrumentos
•    texto en lengua vernácula, por todos conocida y comprendida

b) La contrarreforma católica

La iglesia católica reaccionó oponiéndose al protestantismo con la llamada Contrarreforma, que sentará las bases de su doctrina en el Concilio de Trento (1545-1563), que tendrá una capital importancia para la historia de la música católica, ya que en él se legislará con gran detalle cómo debe ser esta música. Preocupada por la excesiva complejidad a la que había llegado la polifonía, marca las directrices que debía seguir la música. El estilo que va a surgir de la Contrarreforma vendrá dado por :
1.    Simplificación del contrapunto. Se limita su uso para los texto reducidos de la misa (Kyrie y Agnus Dei), prohibiéndose en los textos más extensos (Gloria, Credo) puesto que la polifonía dificultaba la comprensión de las palabras.
2.    Frecuente uso de la verticalidad u homofonía
3.    Uso de una melodía muy estructurada y dependiendo del texto
4.    Regularidad en el ritmo
5.    Uso de una armonía puramente diatónica, sin utilizarse el cromatismo
6.    Claridad absoluta en el texto y la “dignidad en la expresión” ya que el papel de la música en la iglesia “no es satisfacer al oído sino ayudar a los fieles a elevar el alma a Dios”.
Con estas normas se intenta una música con un valor ético, haciendo que el valor estético esté siempre dominado por el valor moral.
Surgen en Italia una serie de músicos que van a prescindir de los flamencos a la hora de componer música. El Concilio trata de evitar el uso de la música profana, a la que llama “lasciva”, y procura que la música que se use en la liturgia sea sólo vocal. Igualmente, critica el uso de Misas basadas en el Cantus firmus que no provengan directamente del gregoriano.
A mediados del S.XVI son Roma y Venecia las ciudades que llevan el peso de la música, surgiendo la Escuela Romana, teniendo como fondo dos ideas fundamentales: la grandeza y universalidad de Roma y el humanismo por el que se tiende a una belleza musical a través de la simplificación del contrapunto.
La figura cumbre de la Escuela Romana es Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), quien demostró que podía hacerse buena música sin cometer los “ errores “ y “abusos“ de la escuela Franco-flamenca, amoldándose al espíritu de la Contrarreforma. Palestrina será considerado como “el primer músico de la iglesia”. Cualidades de su música son: a ) su carácter religioso y b) una polifonía clara que declama el texto y no lo confunde.
Palestrina aparece en la vida musical como niño de coro de la capilla Liberiana. Parece que su formación corrió a cargo de músicos flamenco; fue nombrado maestro de capilla de Santa Maria Maggiore en Roma
Su  Misa del Papa Marcelo va a ser considerada como el prototipo y modelo de la música de la Contrarreforma y en ella aparecen todas las características propias del arte:
1.    Simbiosis perfecta entre música y texto
2.    La música aparece sometida al texto
3.    Es una música absolutamente racional y ordenada
4.    El movimiento rítmico tiene un cierto carácter declamatorio que sirve para dar impulso a la marcha del texto y de la música.
Audición: Kyrie de la Misa del Papa Marcelo, Palestrina

Otra figura es Orlando di Lassus, que comenzó su carrera en Francia. Nació en Nápoles y recibió la influencia de la música popular. En 1585 se integra en las decisiones tomadas por el Concilio de Trento para la reforma de la música sacra. Como músico religioso se muestra firme y sereno. Por su fuerza y emoción y su carácter expresivo podríamos decir que es un manierista dándose en sus obras un pictoricismo y un cierto dramatismo.
Sus principales rasgos son:
1.    Utilización de intervalos disjuntos de gran amplitud
2.    Empleo de frases desiguales
3.    La textura de lo vocal sugiere emocionalmente las palabras del texto
4.    Empleo de un ritmo armónico, adquiriendo la música grandes y ricos valores expresivos
En los últimos años se dedica casi exclusivamente a la música religiosa.
Además de los compositores ya mencionados también ocupan un alto puesto los españoles Cristóbal de Morales (1500-1553) y Tomás Luís de Victoria (1548-1611), con las obras de todos ellos (y otros más), la polifonía se eleva a las cotas más altas.
Formas musicales
Las formas litúrgicas más importantes durante el Renacimiento fueron la misa y el motete.
La misa
La misa cubría el ciclo del ordinario (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus-Benedictus y Agnus Dei) y se le solía dotar de unidad al basarse en material preexistente.
  • Misa de cantus firmus: el autor toma una melodía preexistente, bien procedente del canto llano o bien de alguna canción profana, o incluso popular, y la sitúa en una de las voces, habitualmente la llamada Tenor. Las otras voces son de nueva creación, completando una textura generalmente a cuatro voces, y son llamadas Cantus o Superius, Contratenor Altus (luego Altus) y Contratenor Bassus (luego Bassus). De estas denominaciones proceden los nombres actuales de las voces según sus tesituras. La misa de cantus firmus es típica del siglo XV; ejemplos de ella son las innumerables basadas en la canción L’homme armé, tales como las de Dufay, Busnois, Ockeghem, Guerrero, Morales, Palestrina…
Dos variantes las encontramos en la misa de paráfrasis y la misa parodia.
En la misa es la de paráfrasis, la melodía preexistente es fragmentada y repartida entre las cuatro voces, como ocurre en la Misa Pange Lingua de Josquin Desprez.
En la misa parodia o de imitación, el compositor toma un motete o una canción polifónica anterior (propio o de otro autor), este ya de tipo polifónico, y utiliza el material melódico y armónico: motivos de imitación, cadencias típicas o a veces incluso fragmentos completos, pero reelaborando el material, añadiendo motivos y a veces voces nuevas, y siempre, naturalmente, cambiando el texto. Este es el procedimiento habitual en el siglo XVI, como ejemplifican la Misa Malheur me bat de Josquin Desprez, basada en una canción de Ockeghem, o la Misa Mille regretz de Cristóbal de Morales, basada a su vez en una canción de Josquin.

El motete
  • En el  motete renacentista desaparece la peculiaridad medieval de mezclar textos e idiomas diferentes, ahora se trata de una pieza polifónica de texto sacro y en latín. Pronto asumió una  textura contrapuntística (muchas veces imitativa) de voces de igual importancia. Muchos motetes combinan la textura contrapuntística y la homofónica en función del texto. Por lo que se refiere al número de veces, éste será cada vez mayor: cuatro en el siglo XV, cinco o seis a finales del XVI;  frases musicales imbricadas y nuevos motivos para cada frase textual. En el motete el autor generalmente creaba material puramente original, sin tomar préstamos ajenos como en la misa. En el siglo XVI se desarrollan amplios motetes bipartitos y, en la escuela veneciana, los policorales, para ocho o incluso doce voces. Ejemplos sobresalientes de motete renacentista son el Ave María de Josquin o el Lamentabatur Jacob de Morales.
Audición: Motete O Magnum misterirum de Tomás Luís de Victoria:

c) Inglaterra : la reforma anglicana

En Inglaterra, Enrique VIII se separa de Roma en el año 1534 creando la iglesia anglicana y autoproclamándose cabeza visible de la misma. Esta ruptura supuso el empobrecimiento de la música religiosa inglesa que eliminó la misa y sólo utilizó el anthem (motete a cuatro voces) para los servicios religiosos.